18 diciembre, 2014

"Caminando hacia los sueños"

Hace tiempo que no escribo en el "diario de mi vida", especialmente deportiva, pero he tenido la suerte de estar bastante ocupada trabajando y entrenando. ¡Sí! Entrenando... Parece mentira, pero el tiempo pasa y al final, creo que mi paciencia gana a la de la lesión.


El cuadro lesivo que presentaba va desapareciendo poco a poco, aunque nunca desaparecerá del todo al ser algo crónico, siempre correré con dolor, a veces más, otras menos, pocas nada... Pero, al menos, ya es mucho más que soportable.

Va pasando la temporada de cross y llegando la de pista, poco he tocado el cross, por no decir nada y es que, por fin, este año he dado el paso a ceñirme únicamente a algo, a un único objetivo. Obviamente, todo atleta pistero y más aún siendo fondero, por mucho que no quiera tocar el cross, algo tiene que preparar... Este sábado tocará correr el cross de El Coronil, un cross que ya corrí hace unos pocos años, en el que me proclamé Campeona de Andalucía Júnior.


Otra parada será el Campeonato de Andalucía de Cross Corto, a pesar de no preparar el cross específicamente, sí que estamos preparando (aunque no al 100%) el 3000ml de pista, así que creo que no será especialmente duro correr poco más. El cross largo lo olvidaremos, durante una gran temporada, pues no me conviene en absoluto para poder ser una de las mejores atletas mediofondistas españolas.

Este año me encantaría batir todas mis marcas, pero como ya sabéis, he estado casi dos años de "parón deportivo", no se puede decir parón al 100%, pues he cumplido objetivos como ser Campeona de Andalucía en Cross y Pista, además de medallista en Nacionales, pero sí es verdad que en los entrenamientos no podía dar el tope, y más de una vez me he llevado largos meses sin correr o sin hacer ningún tipo de deporte. Aún así, la ilusión es lo que más vive dentro de mí.

Creo que estoy saneada, en cuerpo y mente. Ha sido una tortura tanto sufrimiento, pero va a ser verdad eso que dicen de que "lo que no te mata, te hace más fuerte". He comenzado un mes de Noviembre con grandes cargas de entrenamiento, y ahora llega Diciembre en el que toca darle más intensidad a todo. El objetivo está en Febrero, el Campeonato de España Absoluto, con la intención de codearme entre las mejores del 3000ml, pero antes hay que correr, hay que hacer la mínima y darle "salero" a los ritmos, para poder batallar en el gran día.

Está siendo duro esto de comenzar con las series a altos ritmos, y si coincide con el invierno más aún, pero todo atleta sabe a lo que se enfrenta, ¡y yo tengo ganas de "coger al toro por los cuernos"!.


07 agosto, 2014

"LO IMPORTANTE NO ES NO CAERSE NUNCA, SINO LEVANTARSE CON MÁS FUERZA QUE NUNCA"


Ha pasado tiempo desde mi última competición a alto nivel. Se podría mencionar el intento de clasificarme al Campeonato de Europa de Campo a través o al Campeonato de Europa Sub-23 de pista, pero quedaron en eso, en intentos. Tengo grabado en la mente cómo eran los entrenamientos destinados a intentar lograr todos mis objetivos, el sufrimiento diario, pero ya no sólo por lo exigente que eran sino, sobretodo, por el dolor tan inmenso y desagradable que soportaba día tras día en el pie.

Lo que no recuerdo, es correr sin dolor.


Todo comenzó en Enero de 2013, tras una torcedura en mi tobillo izquierdo. Aunque quizás, todo venga de mucho más lejos. El no tener las instalaciones adecuadas, pues me incitaban a abusar de terrenos muy duros y con mucha pendiente. Pero bueno, el destino quiso que esta lesión la sufriera tras la maravillosa y mágica temporada deportiva que hice 2011-2012. La verdad es que logré muchísimos resultados deportivos que ni siquiera esperaba, siendo CAMPEONA y SUBCAMPEONA DE ESPAÑA en el mismo Campeonato, en 5000ml y 1500ml respectivamente.

En aquel Enero coincidieron muchas cosas. No venía de una época muy buena. Me dejaron fuera del Europeo de Cross tras una más que merecida plaza y eso se mezcló con otros problemas, los cuales gracias a mi novio pude superarlo con creces. 


En aquel momento, decidí no echarle cuenta a la molestia, pues había sido una simple torcedura de tobillo y en pocos días comenzaba mi temporada invernal. Fue penosa. Desde aquel día no levanté cabeza. No corría cómoda, no corría rápida, no corría libre. No corría como yo. No me sentía preparada para acudir al Campeonato de España de PC, aunque decidí ir a correr los Campeonatos de Campo a Través. Tenía que ayudar a mi club y a mi Comunidad Autónoma y además no molestaba tanto en terrenos blandos.

Tras ello reposé unas semanas, que no sirvieron de nada. Los tratamientos que estaba recibiendo tampoco sirvieron, pues en ese momento no se sabía que era una fascitis plantar. Los médicos no veían nada estructural en mi fascia y pensaron que todo era debido a mi tibial posterior. Me desesperaba y el Campeonato de Europa de pista se aproximaba.


Me la jugué, y decidí ir a por todas. Quizás esta oportunidad de representar a mi país en un Campeonato Europeo no se diese más. Empecé con mi prueba favorita, el 1500ml, pero la intensidad de los entrenamientos estaban destrozándome el pié. Reflexioné y medité, pues Con ese dolor no llegaba a ningún lado y probé con la preparación para el 5000ml, con entrenamientos no tan rápidos.

Todo... para nada. No pude lograr la mínima. El fallo obviamente era que estaba corriendo con un pie menos, además de limitarme en todos los entrenamientos. Le puse empeño, constancia y sufrimiento. Pero no era cosa fácil, una mínima Europea no está al alcance de todos. Terminé la temporada con una medalla de bronce en el Nacional, la cuál me supo a nada.


Comenzaron mis vacaciones con la esperanza de que ese dolor, que me despertaba todos los días, desapareciese. Terminó el verano... y esa sensación de pinchazo seguía ahí, parecía que no quería desprenderse de mi cuerpo.

Fui a Córdoba, por recomendación de una amiga, a ver a un buen podólogo. Gracias a él y a su maquinaria pude conocer mi verdadera lesión. La fascitis plantar, que no estaba sóla...sino acompañada de un espolón calcáneo.

Ya era Septiembre, volví al Centro de Alto Rendimiento de Medicina del Deporte con la esperanza de que, al saberse la verdadera lesión, acertasen con el tratamiento y me recuperase pronto para empezar a ponerme a punto para clasificarme al Campeonato de Europa de Cross.

No dieron con la tecla. Magnetoterapia, ultrasonido, masajes, hielo, acupuntura, vendaje funcional,... Nada. No mejoraba ni siquiera un poco. Así que... otra vez me la jugué. Entrené duro, y parecía que me había acostumbrado al dolor, pues ya no dolía tanto.

La primera parada fue en Soria, no fue como lo esperado, pero lo importante fue la 4ª posición. Parecía que estaba dentro. Tras ello Atapuerca. El frío no le iba bien a mi pié. Mala fortuna, pues ese día hacía muchísimo frío. Me abrigué mucho, pero sólo pude lograr una 5ª posición. El pié no daba para más. Aún así, por los criterios técnicos estaba "dentro" de la selección nacional.


La crisis fue la escusa y me quedé en casa, atontada, viendo cómo me la había jugado para nada. Inédita tras lo ocurrido decidí ir a visitar al Doctor Capapé, en Madrid y dar por finalizada mi temporada.

Volví sabiendo que el espolón no era grave. El tratamiento a seguir se asemejaba al realizado en el CAMD, pero variaba en la introducción de una nueva maquinaria: INDIBA. Y, por supuesto, en la reducción de las cargas de entrenamientos.

La INDIBA estaba muy lejos, no podía desplazarme a Madrid o Barcelona cada dos por tres. Lo hubiese dado todo por ir cada tiempo que hiciese falta, pero no había dinero para ello... Me hablaron muy bien de la Clínica Beiman y no dudé en ir, con la ayuda de la Federación Andaluza de Atletismo, la cuál se ha ocupado de casi todos mis gastos.

La CLINICA BEIMAN, responsable total de mi cura. Tras algunos tratamientos que no resultaron tan efectivos como lo esperado, como la infiltración de corticoides o colágeno, decidimos ir a por un tratamiento intenso, como la ONDA DE CHOQUE. Sino resultaba satisfactorio, había que ir a por una infiltración más costosa pero muy efectiva: FACTOR DE CRECIMIENTO.


Por fortuna, con 4 sesiones de ONDA DE CHOQUE soy una atleta nueva. No disfrutaba tanto corriendo desde hacía meses... No me ilusionaba desde hacía tiempo. Estoy soñando despierta. Está siendo realidad... fin a la lesión más dura y larga de mi vida, por el momento... Sigo en guardia, pero no voy a mentiros, seré precavida, pero iré a por todas.

Ha llegado mi hora. Quiero luchar, quiero sudar y sufrir, quiero ganar y disfrutar. Quiero entrenar. Quiero correr. Y lo mejor de todo...¡LO PUEDO HACER!


17 abril, 2014

Las prisas no son buenas. Comenzamos de nuevo.

Qué inocente fui al creer que, tras una semana de reposo después de una infiltración de corticoides, estaría recuperada al 100%. Todo se quedó en un intento.

Quizás fueron las prisas por querer llegar en un gran momento a citas importantes. Quizás fueron las ganas de volver a ser como antes. Quizás fue el espíritu competitivo que llevo dentro de mí, o tal vez la ansiedad por querer volver a lo más alto y no poder hacerlo. Las prisas nunca fueron buenas...

Tras 4 semanas, de aumento progresivo de cargas, nada ha salido como lo esperado. A lo mejor también es que esperaba demasiado. Sea como fuere, sigo aquí, con una nueva infiltración (esta vez de colágeno) intentando volver al sueño de ser una atleta de élite.


Parece tontería, pero estos golpes tan duros y estos obstáculos tan altos me están haciendo ver la vida de otra forma diferente. Hay que luchar con el corazón, eso está claro, pero es mejor que esté acompañado de una mente fría y calculadora. ¿Por qué? Porque el corazón es muy impulsivo. Te hace ir rápido, te incita a ir a por lo que quieres aquí y ahora. Te engaña, porque por muchas ganas que se tenga, lo primordial para conseguir tus sueños es estar en plenas condiciones. Ahí entra la mente, o al menos debería de entrar y decirte que aún no es el momento, que esperes o volveriás atrás.

Mi mente, mi cabecita loca, parece que ya se va enterando de las cosas. A buenas horas... Pero lo importante es que está madurando y viendo las cosas de otras formas. No es miedo, es prevención.

Apuesto a por que volveré más fuerte que nunca. Apuesto a que conseguiré todos los sueños que soñaba. Apuesto a que me volveréis a ver ganando, triunfando.

¿Apostáis?

18 enero, 2014

Sé positiva.

Ahora mismo debería de estar calentando en Antequera, para correr mi primer 1500ml de la temporada invernal. Ese 1500 que tanto se me atraganta, pero que tanto me apasiona. Estoy segura de que tendrá sus frutos tarde o temprano, sólo hay que ser positiva.

Y...¿Por qué no estoy allí? Bueno, no es por un único problema, pero hay uno que ha sido la clave: mis gemelos. ¿Quién me mandaría a mí a ponerme las zapatillas de clavos este pasado domingo? Pero Carolina...¡Que no has entrenado con ellos! Y tanto, desde Julio no corro en pista con clavos... Pues voy y me los pongo, y en un 3000 encima... ¡Olé ahiii! 

Pero es que la ocasión merecía la pena, ese 3000 tenía que salir bien, o al menos ayudar a las piernecitas que trabajaron tan duro el día anterior. Finalmente, mala marca me salió, y aún hubiese sido peor sin los clavos... Pero hubiese preferido esta opción si me llego a imaginar que no podría correr en toda la semana. Y así es... ¡Sólo un día he podido entrenar! Y mañana la valiente se planta en Itálica, a correr el gran Cross Internacional de su ciudad, con grandes atletas de élite y keniatas, sin estar preparada para esos 8 kilometrazos que se marcará. ¿Quién le mandaría a meterse en estos fregaos? Ella solita...


Pero bueno, no le vendrá mal para su preparación invernal del 3000ml. Le parecerá muy corto luego... jajaja.

En fin, no hay marcha atrás, los gemelos parecen que han cedido un poco, sólo espero que hoy, cuando salga de trabajar a las 22:30h, me queden aún algo de piernas porque sino no sé cómo podré dar aunque sea un pasito corriendo. Pero como hay que ser positiva, seguro que estaré bien, me plantaré allí y les haré un poco de liebre a las keniatas, así me servirá de calentamiento... jajajaja.

¡Feliz fin de semana a todos! Y en especial a una persona muy importante para mí... 

¡FELIZ CUMPLE PAPÁ!